Caiga Quien Caiga dejó de ser ese espacio inteligente, transgresor y políticamente rebelde, tan necesario en un país bananero como el nuestro. El programa televisivo, que en pleno 2010 se emite los lunes -a partir de las 22 o las 23, es imposible dar un horario exacto- por TELEFE, mutó en una especie de copia previsible de sí mismo, condimentado en exceso con farandulería chimentera sin brillo.
A partir de la salida de Mario Pergolini y Eduardo de la Puente, la entrada sin precalentamiento previo de los suplentísimos Ernestina Pais y, quizás, el punto más flojo del programa Gonzalo Rodríguez (sigue poniéndose nervioso al hablar y sus chistes sólo sirven para reírse de él), uno de los ciclos más importantes de la historia de la televisión argentina se vio acorralado y presionado con miedo de perder al público cosechado en 10 años. ¿Cómo se habrá resuelto el entuerto?
Imaginemos una hipótetica reunión de producción, con "brainstorming", mate y algún cigarro divertido: "Démosle al pelado más tiempo al aire, ahora es un conductor serio, aunque de un programa cartonero. Que intente levantarse a las modelos y actrices, eso siempre garpa" o "tiremos un par de insultos disfrazados de preguntas" y "hagamos un juego de cultura general e invitemos todos los meses a Marley, las mellizas tontas y a Karina Jelinek para ridiculizarlas en horario Prime Time. A la gente le gusta eso".
El "resumen semanal de noticias" ya no representa al espectador ávido de comentarios oportunos, irónicos, ácidos y cómplices. Todo lo que diferenciaba a CQC con el ADN Tinellesco está mutando, contagiándose, transitando el camino chabacano. No por nada, Pergolini declaró en su programa de radio que él no está vieno Caiga. Y varios de sus seguidores están terminando esa relación fiel de tantos años. Y yo también.
A partir de la salida de Mario Pergolini y Eduardo de la Puente, la entrada sin precalentamiento previo de los suplentísimos Ernestina Pais y, quizás, el punto más flojo del programa Gonzalo Rodríguez (sigue poniéndose nervioso al hablar y sus chistes sólo sirven para reírse de él), uno de los ciclos más importantes de la historia de la televisión argentina se vio acorralado y presionado con miedo de perder al público cosechado en 10 años. ¿Cómo se habrá resuelto el entuerto?
Imaginemos una hipótetica reunión de producción, con "brainstorming", mate y algún cigarro divertido: "Démosle al pelado más tiempo al aire, ahora es un conductor serio, aunque de un programa cartonero. Que intente levantarse a las modelos y actrices, eso siempre garpa" o "tiremos un par de insultos disfrazados de preguntas" y "hagamos un juego de cultura general e invitemos todos los meses a Marley, las mellizas tontas y a Karina Jelinek para ridiculizarlas en horario Prime Time. A la gente le gusta eso".
El "resumen semanal de noticias" ya no representa al espectador ávido de comentarios oportunos, irónicos, ácidos y cómplices. Todo lo que diferenciaba a CQC con el ADN Tinellesco está mutando, contagiándose, transitando el camino chabacano. No por nada, Pergolini declaró en su programa de radio que él no está vieno Caiga. Y varios de sus seguidores están terminando esa relación fiel de tantos años. Y yo también.
1 COMENTARIOS:
Muy buena crítica.
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