2.5.09

El Rey Azul


Para ilustrar la magnitud del giro que provocó el alemán Immanuel Kant, escritor de "Crítica de la razón pura", en la concepción sobre el funcionamiento de la mente humana, compartamos la historia de un caprichoso rey:


Había una vez (siempre quise empezar con ésta frase) un rey que abusaba de su absoluto poder y enloquecía a sus cientos de servidores al pedirles permanentemente cosas imposibles. El soberano estaba tan aburrido que su única diversión era ver cómo uno tras otro cumplían sus requerimientos cada vez más dificiles de realizar. Ante los pedidos, la servidumbre respondía con eficacia, aburriendo aún más al monarca. Hasta que una vez se le ocurrió algo totalmente imposible de lograr. Juntó a sus sirvientes por la mañana y les contó que estaba enamorado del color azul. Por lo tanto, quería que todo en su reino fuese azul.

De forma inmediata su corte entró en un frenético movimiento. Gastaron fortunas en pintura y todo el mundo se puso a colorear de azul lo que encontrara a su paso: las casas, los árboles, el pasto, los caminos, animales, los carruajes y hasta los mismísimos cuerpos de la gente. A pesar de todo, jamás lo lograron y debieron soportar la ira del rey.

Moraleja: Todo ese esfuerzo había sido en vano. Hubiera sido suficiente con darle al caprichoso rey un par de anteojos con cristales azules.


La forma en que el hombre genera conocimiento

El poder de transformar la realidad que podrían haber tenido unos lentes azules es el que tiene la matriz mental del observador. Y esto fue lo que descubrió Kant. Si los anteojos no tienen nada para ver, no tienen qué filtrar. Sin experiencia sensible no hay conocimiento. El hombre no conoce las cosas como efectivamente son, sino como logra procesar que son.

1 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

mira vos al filosofo...