A veces necesitamos una inyección de energía para hacer el amor, para huir de un peligro o para pelear. En esos momentos, el cerebro es quien libera unas sustancias extra, en su mayoría conformado por adrenalina. Cuando el momento pasa, estas sustancias que ya no son requeridas, son reabsorbidas por los tejidos nerviosos hasta que sean nuevamente necesarias.
Ahora bien, si se introduce cocaína en el cuerpo, ese torrente químico que se mueve a través del flujo sanguíneo no puede actuar. Además la presencia de la droga en la sangre, dificulta mucho su reabsorción. De modo que, al igual que un ejército de soldados que no tienen nada que hacer y andan dando vueltas por ahí, arrasan con todo a su paso.
La cocaína, también conocida como merca, blanca, tiro, saque, coca, nieve, raya, "white shit", y hasta alguna vez nombrada como "la del Diego", normalmente dejan al consumidor sintiéndose un "superhumano": hablando, celebrando o trabajando como un proceso sorprendentemente eficaz pero pronto volviéndose molesto, agresivo, muy irritable y, tal vez en última instancia, psicótico o paranoico.
Bibliografía consultada: "Historia del Rock y las drogas" Harry Shapiro.
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